Hay situaciones que parecen inmutables en el tiempo y en el espacio; es decir, se asimilan a cualquier geografía o a cualquier momento. Y, como artistas, tenemos a veces la fortuna de encontrar la manera de reflejarlas o resolverlas con esa misma precisión: la de la perennidad. Por eso, en mi trabajo como caricaturista, me ha gustado más la vía del dibujo con personajes anónimos, dando más importancia a la permanencia en el tiempo de la idea o el sentido a transmitir al lector. Traigo a colación el asunto, porque les quiero presentar dibujos y caricaturas que parece que hablaran oportunamente de situaciones de absoluta actualidad en Colombia: la crisis humanitaria y la paz. Temas que se han vuelto monedita de oro para comprar votos. Algunos de estos trabajos son viejísimos, veinticinco años, y sin embargo parecen hechos especialmente para hoy. No se si esto sea chistoso o, más bien, vergonzoso. Porque seguimos igual.
Vaya que aunque el tiempo pase, al arte jamás le cobrarán vigencia. Un retarto que puede perdurar caricaturescamente en nuestra sociedad. Buen blog.
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