Varios mandatarios han insistido en que permita conocer el documento completo, que -dice- ya firmó en nombre de todos nosotros, pero no ha habido respuesta por parte del presidente colombiano, por lo menos hasta el momento en que publico esta entrada. Se ha hecho el de las gafas, que es lo único transparente que tiene, pues le escuché, también, decir eso: que hablaba en nombre de la transparencia. Y no entiendo, arte de culebrero, cómo se puede "defender la soberanía" trayendo militares de una potencia extranjera.
Bueno, dos cosas van saliendo de esta reunión: primero, que podamos leer el documento completo sobre la presencia de militares estadounidenses en Colombia, es ya algo importantísimo para nosotros, pues somos los primeros involucrados y conocemos sólo chismes mediáticos. Y, segundo, que es cada vez más obvio que el discurso uribista, está out: es absolutamente trasnochado y anacrónico. Desde las entrañas mismas del imperio gringo hasta la Patagonia se están agitando nuevas perspectivas políticas y hay que aprender a moverse en esas aguas. Esto sería positivo si los colombianos se dieran cuenta, entonces, que más uribismo, es someter al país al ostracismo político global y, por ahí, al aislamiento económico y social dentro de nuestra misma cultura latinoamericana.
