El gobierno de Uribe Vélez, en cabeza de su ministro de la desprotección social acaba de decretar que los colombianos que enfermen, deberán empeñar el carro, gastarse las cesantías o hipotecar la casa para pagar hasta las radiografías; que los médicos que receten más allá del acetaminofén o la loratadina deberán pagar multas al sistema de salud que se encuentra en manos de unos cuantos cretinos e indolentes multimillonarios, que son los mismos dueños de bancos y fondos de cesantías y pensiones. Pero, no es nuevo ni extraño: desde hace más de siete años hemos venido viendo cómo este gobierno dispone del aparato económico del Estado para el servicio de los más ricos y de los ilegales de la ultraderecha. Ama a los millonarios y odia a los pobres . El asunto es que, según las encuestas, todos -ricos y pobres-, dizque están muy felices con AUV. A los primeros los entiendo, pero ¿Y los más pobres y necesitados? ¿Qué les pasa? ¿Continuarán creyendo en el uribandidismo? El colmo. Da pena.
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