Si, sí. No cambia nada o muy poco en el panorama político. Constatamos, después de las elecciones pasadas, que en Colombia se viene repitiendo desde hace décadas -¿siglos?- el mismo esquema a la hora de participar en las "justas democráticas": algunos votan por la teja, el ladrillo, la lechona o el aguardiente y otros dan su voto para que no les quiten la vida, pues, como siempre, se repite el "si no votas por el Pin habrá balín". Y, ya. Ahí acaba la "jornada democrática", algunas pequeñas anécdotas de más o de menos en cada ocasión, como ésta, en la que el "gobierno" ha puesto el grito en el cielo porque hasta este momento no se sabe cuál será el candidato oficial del partido de la godarria. Y con qué lenguaje de chismorreo estalla el escándalo en los medios, el ministro del interior y la injusticia habla de "hecatombe" y el propio presidente acusa de bebedor y borrachín al Registrador. Bajezas y arte de birlibirloque al que, desgraciadamente, nos han acostumbrado con el culebrero del Ubérrimo. ¿Por qué es más importante saber pronto quién será el azul que se le mida al candidato Santos en las presidenciales, que contar la cantidad de parlamentarios recién "elegidos" que se la pasarán en la fiscalía acusados de ladrones o paracos mientras devengan sueldo con cargo al erario público? Esa no es una "hecatombe" para Álvaro Uribe Vélez, más preocupado por saber quién va a ocupar la silla en la que está atornillado desde hace ocho años, pues entiende que quien quede podrá destapar o tapar la hedionda podredumbre que deja su gobierno. Depende de si es compinche o trásfuga. ¡Qué culillo!
Podría decir que la caricatura que ven a continuación la acabo de hacer, pero no, miren la fecha, se publicó hace la bobadita de 21 años. Como dije al comienzo, la repetición de la repetidera en la politiquería colombiana. ¡Ah! Y cae como anillo al dedo ahora que dizque "algunos representantes" de las "colectividades con mayores posibilidades de llegar a la presidencia" firmaron un acuerdo para respetar "principios y valores democráticos". ¿No nos cobija a todos por igual una Constitución política? ¿No está eso ahí? ¡Plop!
Mi abuela solía guardar pedazos de telas, de formas y colores diversos, que después iba tejiendo con paciencia y dedicación hasta convertirlos en una gran manta con la que nos arropábamos. Las ideas que circulan por el mundo, de tantos seres tan diversos, deberían ayudar a construir la colcha de retazos que proteja la vida futura en nuestro planeta.
viernes, 19 de marzo de 2010
Hecatombe de paracos y corruptos en el "nuevo" Congreso
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