lunes, 7 de septiembre de 2009

La mafia reeleccionista


Se avecinan tiempos aún más tormentosos para los colombianos. La mafia, instalada en el poder, no cederá hasta lograr su objetivo: borrar todo rastro de la violencia que ha generado durante los últimos 30 años en el país del sagrado corazón de Jesús. No se quedarán en aprobar en el congreso -a punta de triquiñuelas jurídicas-, el referendo acomodado (con la pregunta original de reelección para el 2014 cambiada al 2010); ahora ajustan la maquinaria e inician la arremetida para bajar el censo electoral y hacer que la consulta vaya el mismo día en que se hagan elecciones parlamentarias, para poder entrar en los apretadísimos tiempos legales que quedan hacia las elecciones del 2010. Ya lo había dicho aquí, no es necesario un golpe de estado, no, sólo un porrazo a la Constitución y las Leyes vigentes: dictadura pero con apariencia de democracia.
¿Y cómo lo hacen?
... (dice una canción de Frankie Ruiz). Fácil: te ponen un fajo de billetes en la mano y, al tiempo, dejan ver la cacha del revolver en el cinto (o de la ametralladora, el cuchillo o la motosierra: todas las formas de lucha son válidas), luego te dicen algo como esto: -"Queremos que trabajés con nosotros, con nuestras ideas, si acetás (sic) te hacés millonario pero ya, si no, te abrís del parche o te morís con tu familia". La práctica filosofía que acostumbra la mafia, que le ha valido para consolidarse en los micropoderes regionales y que ahora va a lo grande, el secuestro de todo el andamiaje jurídico y administrativo del país. Ni más ni menos que la pedagogía que implantó el tenebroso Pablo Escobar Gaviria: regalaba casas, barrios enteros y ponía bombas. ¿Cuál es el negocio?... (sigue la canción de F. Ruiz). Pues, por un lado, hacerse más y más ricos, volverse intocables y, por el otro, como dije al comienzo, borrar ese pasado de sangre y pillaje cuando se robaron las mejores tierras de casi cuatro millones de compatriotas campesinos, lanzando a los que quedaron vivos a las calles de las grandes ciudades, convirtiéndolos en estadísticas de "desplazados", sin conflicto armado, claro.
Pero, como dicen las abuelas "al mal tiempo, buena cara": no derrotarán a tantos colombianos tan inteligentes y honestos, somos muchos más que ese puñado de bandidos.
Termino con más música, estas estrofas tan lindas en la canción de Rubén Blades y Willie Colón "Tras la tormenta":

Si el cielo se pone oscuro, no tengas miedo. No le tengas temor a los nubarrones.
(...)
Sin que importe cuán fuerte sea la tormenta, yo no me muevo si tú no vienes conmigo!

Siempre aparece el sol, tras los aguaceros.
Siempre, tras la tormenta llega la calma. Después de los tiempos malos, llegan los buenos y premian a los que no rindieron sus almas.

(...)

¡Tocó sacar el paraguas de la resistencia civil!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails