
Que florezcan la paz y la solidaridad en el mundo, es mi deseo desde Colombia, Suramérica. Feliz descanso.
Mi abuela solía guardar pedazos de telas, de formas y colores diversos, que después iba tejiendo con paciencia y dedicación hasta convertirlos en una gran manta con la que nos arropábamos. Las ideas que circulan por el mundo, de tantos seres tan diversos, deberían ayudar a construir la colcha de retazos que proteja la vida futura en nuestro planeta.
Por medio de esta carta les dejo saber lo que siento desde lo más profundo de mi corazón.
Yo amo a Colombia por eso me preocupa la entrada de bases militares extranjeras al país. Como puertorriqueño yo he vivido esto en carne y hueso y no me gustaría que su país pasara por lo que pasa el mío.
Según su comunicado, yo insulté a su presidente con el texto de mi camiseta.
En esa camisa existe un juego de palabras, tiene una doble lectura. Uno lee lo que quiere. Por lo menos yo leo claramente. Uribe Para Bases Militares. Un mensaje directo y claro.
El concepto de mis camisas fue creado por la misma gente a través de Twitter. La camisa de Colombia la hizo un colombiano, la de Venezuela un venezolano y así sucesivamente. Se hizo una de cada país.
La idea de las camisas fue darle voz a los pueblos, a la gente que por lo general no tiene ni son escuchados. En lugar de vestir una corbata bonita opte por enviar un mensaje. Un mensaje no sacado de mi cerebro si no de alguien que respira el mismo aire que se respira en Colombia día a día. Mi lucha no es contra el presidente sino contra todo lo que promueva la guerra como lo son las bases militares. El texto de la camiseta recoge también un sentimiento de muchos de los jóvenes de su país, los cuales como cualquier ser humano con sentimientos, comparto totalmente.
No puede ser que en este siglo todavía existan personas sin la habilidad para entender el derecho que tenemos los artistas de expresar lo que sentimos a todos los niveles. La censura no debe ser de parte del gobierno. El que no me quiere escuchar que simplemente no venga al concierto. Esa sería la manera más valida y legítima de censurarme. Con todo el respeto que se merece el señor Uribe, el presidente de Colombia no es Colombia. Colombia es mucho más que un presidente. Como dice Rubén Blades. “la patria no la define los que suprimen a un pueblo”.
Con estas palabras me despido no sin antes mandarle un beso a todos los lugares a los que he visitado en Colombia como lo son la Sierra Nevada en Santa Marta, Palenque, San Jacinto, Maicao, Cali, Medellín, Bogota, Valledupar, Cúcuta, Bucaramanga, Barraquilla, Cartagena y a todos los lugares que me faltan por recorrer.
René Perez Joglar.